Ese aparato de Sesamie se llama guía lineal y es una herramienta muy precisa que se utiliza para medir el nivel de presión de aire dentro de un sistema de vacío. Esto es crucial en varios lugares, como fábricas y laboratorios, donde la presión del aire debe regularse para varias operaciones diferentes. Los manómetros de vacío brindan una lectura de esta presión en varias unidades, como milímetros de mercurio (mmHg) o torr. Manómetro de alto vacío Manómetro de bajo vacío Básicamente, existen dos tipos básicos de manómetros de medición de vacío que debemos estudiar. Los manómetros de alto vacío se utilizan para leer presiones de aire superfinas, mientras que los manómetros de bajo vacío se utilizan para medir condiciones de mayor presión.
Una de las cosas más interesantes que hacen los vacuómetros es comprobar cómo se disipa el calor de un cable que se calienta en el vacío. Un cable en una interfaz de baja presión se enfriará más rápido si hay una mayor presión dentro del vacío. Al medir la cantidad de este efecto de enfriamiento, podemos saber cuál es la presión dentro del vacío observando la lectura del vacuómetro.
Por ejemplo, un termopar carril de guía lineal es ideal para mediciones rápidas y precisas de presiones bajas a medias. Muchas veces, se pueden obtener resultados bastante inmediatos, lo que resulta muy útil. Sin embargo, este tipo de medidor puede no ser útil en entornos muy cálidos o entornos con productos químicos que los destruyan. Un medidor de ionización de cátodo frío, por otro lado, sería más apropiado para presiones muy bajas. Sin embargo, si bien tiene una mejor capacidad para altas temperaturas y materiales corrosivos que el medidor de termopar, también tiene limitaciones de precisión y (normalmente) un costo más alto.
Al igual que con cualquier herramienta, los vacuómetros a veces pueden tener problemas que afecten su eficacia. Algunos de estos problemas incluyen la entrada de suciedad en el manómetro, lo que da lecturas erróneas, o daños físicos en el manómetro. NUEVA YORK Dicen que la suciedad puede ser mala para los vacuómetros, porque si los manómetros están demasiado sucios, no funcionarán correctamente. Si entra suciedad u otros residuos en el manómetro, podemos obtener lecturas falsas. Además, cualquier cambio en la temperatura o la presión puede darnos una lectura incorrecta, que es algo que queremos evitar.
Es fundamental realizar un mantenimiento adecuado de los manómetros de vacío para garantizar que funcionen correctamente y proporcionen lecturas precisas. Esto implica realizar un mantenimiento básico, como limpiarlos, verificar que no tengan fugas y cambiar los componentes desgastados o rotos. El medidor de conductividad térmica, por ejemplo, debe limpiarse para eliminar la suciedad o cualquier contaminante que pueda adherirse al cable del sensor y afectar la medición de la presión.
Volviendo a la tarea de calibración, se trata de comparar las lecturas del manómetro con una medición estándar conocida para garantizar que funciona correctamente. La frecuencia con la que se debe calibrar un sistema depende de la aplicación y del fabricante. Siempre que se utilicen regularmente dispositivos electrónicos, mecánicos u ópticos que generen señales analógicas, también se debe comprobar con la referencia y las normas correspondientes que produzcan resultados fiables.
Los vacuómetros son herramientas muy versátiles que se utilizan en muchas industrias. En la fabricación de semiconductores, por ejemplo, se utilizan para controlar la presión dentro de una cámara de vacío durante la creación de chips informáticos. Esto es importante, ya que incluso las variaciones más leves de presión afectarán la calidad de los chips. En aplicaciones de aviación, por ejemplo, el uso de vacuómetros para medir la presión del aire dentro de las cabinas de los aviones o los tanques de combustible ayuda a garantizar los niveles de rendimiento seguros y esperados.
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